Aquí voy a ir poniendo cosas, cositas y enormes cosazas que he visto en distintos lugares en los que he trabajado. Todas ellas son de animación a la lectura (me parece a mí) y me han llamado la atención por alguna razón. Tal vez estas ideas te resulten de interés. Sólo te pido que si decides ponerlas en marcha hables con sus creadoras/es para que te cuenten y, sobre todo, para darles las gracias por ser tan generosas/os y dejar que yo dé noticia aquí para que tú lo aproveches.
Evidentemente son muchas las actividades que he podido ver en estos años. Poco a poco iré incluyendo aquí las que vaya recordando (y las que el tiempo me permita)
Esta actividad que os voy a contar la vi en el CEIP Fernando el Católico de Quinto de Ebro, en Zaragoza, en mayo de 2017.
En ese colegio tenían una biblioteca muy pequeña pero muy viva, viva porque la comunidad educativa la habían hecho suya de una manera muy sencilla. Os explico cómo.
Prácticamente cada semana hay una actividad preparada para la biblioteca, una actividad que se hace durante el recreo y de la que se encarga un profesor del centro (pero que igualmente podría haberse encargado también y de forma puntual alguna madre o padre interesados, alguien del municipio, etc.). Como la biblioteca es muy pequeña y no cabe mucha gente, para poder asistir a la actividad prevista hay que recoger entradas (debajo podéis ver luna foto). Las entradas están muy cuidadas y tienen la misma estética que los carteles que publicitan la actividad (también hay una foto). Si la actividad tiene éxito a veces hay que hacer dos o tres pases (en dos o tres recreos) para que puedan ir todos los alumnos interesados.
Debido a esta no periodicidad, a esta no regularidad de la actividad (insisto, las actividades pueden ser cada semana, o cada dos semanas, o cuando es posible; y también al ser un centro pequeño tampoco son muchos profesores para ir realizando nuevas actividades de manera continua) se hacen carteles para informar de cuándo será la próxima cita y en qué consistirá, de este modo quienes están interesados recojen las entradas con tiempo y así se puede hacer un cálculo de los asistentes y si serán necesarios uno o más pases.
Y de estas dos necesidades (biblioteca pequeña y (no) periodicidad) han hecho virtud aquí, me explico (en seguida os hablo de las actividades): es muy interesante aquí que se facilita que los niños puedan coleccionar las entradas, así que tienen una especie de hoja (en la foto) donde pueden ir pegando las entradas de las actividades a las que han asistido. Como sabéis el coleccionismo siempre suma a la hora de animar a leer. Y sí, esto hace que muchos niños quieran tener la colección completa y es un aliciente para asisitir a todas las actividades.
[pincha en las fotos para verlas más grandes]
En cuanto a las actividades, pues por lo que me contaron son muy sencillas: cada profesor hacía algo con lo que se sentía cómodo y siempre alrededor del libro y los cuentos. Por ejemplo, lo más normal es que en cada recreo (que son unos veinte minutos hábiles) se contara sólo un cuento (que era el que se publicitaba en el cartel), pero mientras unos lo contaban en castellano otros podían decidir contarlo en inglés o en francés; a lo mejor la profesora de Educación Plástica no estaba cómoda contando un cuento, pues entonces proponía una actividad artística a partir de un libro álbum; otro profesor era un fan de Tintín y dedicada su actividad a presentar de forma amena los personajes del cómic; etc. Cada uno planteaba su propia propuesta alrededor de los libros y los cuentos, algo sencillo y agradable para el responsable.
Y de esta manera tan eficaz todos han hecho suya la biblioteca y ésta está muy, pero que muy, viva. Qué lujo, eh.
Read-a-thon
La actividad que os voy a contar ahora la he visto en el British Council School, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Allí organizan durante una semana una especie de maratón de lectura solidario para recaudar fondos para alguna ONG que trabajara en el tercer mundo con libros, escuelas y/o bibliotecas.
¿En qué consiste?
Es muy sencillo, todos los participantes (alumnos del centro de primaria y secundaria) buscan primero un espónsor, alguien que les subvencione, generalmente un adulto de la familia que se comprometa a dar tanto dinero como tiempo haya estado leyendo el niño o joven.
Cada participante tiene una especie de libretita, una hoja en la que poder controlar el tiempo de lectura [aquí puedes ver la libreta]
Cuando el niño va a leer avisa a algún adulto para que controle el tiempo, y cuando deja de leer, el adulto firma en función del tiempo que el niño ha leído.
Todo el centro da facilidades para que la gente pueda leer: en clase se deja tiempo para la lectura, en los recreos y los descansos del comedor la biblioteca está siempre abierta, etc. Por supuesto también vale la lectura realizada en otros lugares (por ejemplo, en casa).
Terminada la semana es la hora de las cuentas.
Por cada 20 minutos de lectura (para primaria) y 30 minutos de lectura (en secundaria) el espónsor debe pagar 50 céntimos de euro.
El año de 2004 en el colegio se consiguieron algo más de 2000 euros para ayudar a centros educativos en el Tercer Mundo, no está nada mal, ¿verdad?
Si quieres más información puedes a
En Villafranca de los Caballeros (Toledo), hay una bibliotecaria de esas que no dejan nunca de inventar, una bibliotecaria estupenda, apasionada con su trabajo, una de esas bibliotecarias que tienen siempre la biblioteca llena de niños, jóvenes y adultos. Un gusto, la verdad.
Siempre que paso por allí (esto de contar cuentos le hace sentir a uno muy correcaminos, la verdad) intento pasarme a saludar. Hablar con ella es aprender, entrar en su biblioteca es aprender.
La primera vez que fui me fijé en una mesa llena de papeles que tenía en un rincón de la biblioteca, una mesa a la que no dejaban de ir niños de distintas edades. Cuando le pregunté sobre esa mesa ella me explicó lo siguiente: en la biblioteca tenía una especie de MESA TALLER en la que siempre había varias actividades para las distintas edades, actividades que se iban cambiando regularmente.
¿Qué tipo de actividades?
De todo tipo pero, generalmente, sencillas y siempre relacionadas con libros.
Cuando le escribí pidiéndole permiso para contar aquí lo de la mesa taller me dijo que estaba trabajando con el Quijote, y me enumeró exactamente lo que estaba haciendo:
"En este momento mi mesa está llena de "quijotes".
Estoy realizando un taller que se llama "Conociendo a Quijote: todo lo que hay que saber para hacerse amigos de Don Alonso"
- Montones de de juegos, fichas para colorear, vocabulario, etc. sacado de la página quijote.tv
- Taller de poesía: COMPONIENDO CON QUIJANO.
- Juegos de pistas.
- Marcapáginas: taller y concurso. Mismo tema.
-Lecturas y lecturillas (según edades)"
Todo, como te puedes imaginar, en la mesa taller. Lo que más me sorprendió fue que los niños y niñas de la biblioteca estaban acostumbrados a la mesa y cuando acababan de hacer los deberes, o de leer, o de hacer algún trabajo, cerraban sus libros de estudio y se iban a ver qué cosas podían hacer de la mesa taller. Claro, es un trabajo de años.
Puedes escribir a
¿PASAR LA NOCHE EN LA BIBLIOTECA?
Esta es la actividad de la que menos puedo hablarte por ahora, tengo que hablar con la bibliotecaria de Alovera (Guadalajara) para que me lo cuente, pero la idea me pareció tan estupenda que aquí la pongo, de momento, con las limitaciones de no saber mucho sobre ella.
Fue Estrella (la Bruja Rotundifolia, decana de los cuentacuentos, maestra y amiga) la que me dijo que había ido a la biblioteca de Alovera a contar cuentos por la noche a los niños, y es que a la bibliotecaria no se le había ocurrido nada mejor que invitar a los niños a pasar una noche en la biblioteca. Supongo que harían algunas actividades por la tarde, que se llevarían bocadillos para cenar y que después, cada uno metido en su saco de dormir, se pusieron cómodos para escuchar los cuentos de Rotundifolia. ¿No te parece estupenda la idea de invitar a tus niños a pasar la noche en la biblioteca?
Por la mañana un poco de leche y bollos recién hechos, y cada uno para casa.
En cuanto pueda hablar con la bibliotecaria de Alovera y tenga más información aquí la colgaré. Por cierto, no es extraño que esta biblioteca reciba premios importantes de animación a la lectura ¿verdad?
En el colegio de Casas Ibáñez y de Casas de Ves (dos pueblos muy cercanos de la provincia de Albacete) hacen una actividad estupenda que se llama CUENTOS CON CHOCOLATE.
La cosa es la siguiente. Un grupo de madres se compromete a preparar cuentos y una tarde a la semana los niños de todas las madres que participan van a escuchar cuentos, sólo cuentan cada tarde tres o cuatro madres, así, si el grupo es numeroso, cada madre prepara algo así como un cuento al mes. Y los niños tienen cuentos todas las semanas.
Después de escuchar los cuentos se reparte chocolate y pan para merendar (merienda de las de antes, eh).
A que es una actividad sencilla y muy interesante.
De vez en cuando para premiar a las madres y a los niños llevan a un cuentacuentos (que hace una sesión para las madres, y una sesión para los niños)
Yo he empezado con esta actividad en el colegio de mi hijo mayor, lo he hecho de la siguiente manera.
Primero hice un curso de ocho horas (cuatro mañanas, dos horas cada mañana) con madres y padres interesados, y después hemos empezado a contar a los niños. En principio será sólo con los niños de los padres participantes, pero mi idea es que en unos meses los padres y madres empiecen a contar por las aulas una vez al trimestre, así, al menos en infantil, todos los niños escucharían cuentos una vez al trimestre (digo en infantil porque de momento hemos empezado con infantil, el año que viene veremos cómo vamos de fuerzas).
Me he dado cuenta que esta actividad sirve para muchas cosas: los padres y madres practican con sus hijos en casa (les cuentan cuentos, dedican tiempo a estas cosas tan importantes) y, sobre todo, se están empezando a preocupar por buscar buenos cuentos, y eso me parece muy interesante. Ah, claro, también estamos todos muy concienciados con la importancia de la animación a la lectura y la narración oral, como verás, no es moco de pavo.
Si quieres puedes escribir a
Esta actividad está mucho más desarrollada aquí.