Si no me equivoco este es el tercer título de Yates que recomienda el goliardo. Este autor autor se está convirtiendo para mí en un autor de referencia, casi de obligada lectura, pues es un escritor maravilloso que conoce su oficio y que tiene afilado el ojo y el corazón. Su prosa pulcra se desliza sobre los vacíos de los días y nos muestra un mundo, nuestro mundo, que todavía resulta insuficiente, incapaz de permitirnos momentos felices.
Leer a Yates empieza a ser una urgente necesidad. Un asombro continuo. Un deleite.
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