Sobre estos apuntesFichas de oralidad / Una historia de la narración oral / La figura del narrador oral 

 

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Ramón Menéndez Pidal (1869-1968). Incansable estudioso del romancero, hombre sabio, prestigioso intelectual, apasionado folclorista... ocupó cargos de mucha relevancia: Catedrático de Filología Románica de la Universidad Central, director (en 1910) del Centro de Estudios Históricos (CEH), germen del futuro Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); miembro (en 1902) y director de la Real Academia Española (en 1925); Vicepresidente (en 1926) de la Junta de Ampliación de Estudios (vinculada a la Institución Libre de Enseñanza). Y, sobre todo, maestro de una gran generación de filólogos: Tomás Navarro Tomás, Américo Castro, Dámaso Alonso, Rafael Lapesa y Alonso Zamora Vicente, entre otros. Así pues, a su alrededor reunió a un nutrido grupo de estudiosos que pudieron trabajar cómodamente a pesar de tener ideas diversas y, a veces, opuestas (de nuevo un modo de trabajar desde propuestas krausistas).

En 1900 se casó con María Goyri (una mujer también incansable, inteligente y apasionada); en su viaje de novios descubrieron la persistencia del romancero español y empezaron a recoger romances [la anécdota de cómo empezó todo aparece en la wikipedia]. Esta recopilación de romances será el punto de partida de un proyecto descomunal que continuaría a lo largo de muchos años en múltiples viajes y con colaboradores por toda España. Y no solo se trataba de recoger romances: impulsó también la preservación y estudio del romancero español desde el CEH, fruto de su empeño es el valiosísimo "Archivo del romancero Menéndez Pidal/Goyri" que se conserva en la Fundación Ramón Menéndez Pidal  y la continuación de toda esta labor a través del Seminario Menéndez Pidal.

 

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Don Ramón Menéndez Pidal también proyectó y puso en marcha la creación del ALPI (Atlas Lingüístico de la Península Ibérica), uno de cuyos encuestadores fue *Aurelio M. Espinosa, hijo*.

La energía desplegada por este hombre y su equipo de colaboradores tiró del resto de curiosos, estudioso y amigos de lo tradicional y popular, y reactivó la recogida de cuentos que atravesaba años de parón tras la muerte de *Antonio Machado y Álvarez*. Así, aunque Ramón Menéndez Pidal no se centra propiamente en la recopilación de cuentos tradicionales, al calor del ALPI y de la recolección de romances orales florecieron también algunas colecciones de cuentos tradicionales. 

Con Ramón Menéndez Pidal renace el interés por el folclore popular y la tradición oral.

 

 

 

Más en internet:

-Romancero Panhispánico en línea, un tesoro.

-Romancero de la cuesta del zarzal, blog iniciado por su nieto Diego Catalán. Muy interesante.

-En la wikipedia