[Entrevista realizada por Roser Ros para el número 9 de la revista Tantágora, publicación dedicada a la narración oral, al cuento y los narradores. Otoño de 2009.

oct09

DE CHARLA CON PEP BRUNO

Hoy entrevistamos a Pep Bruno un cuentista y escritor nacido en Barcelona, en 1971, que vive en Guadalajara desde hace 30 años, y que acaba de ganar el IV Concurso Internacional de Álbum Ilustrado Biblioteca del Cabildo de Gran Canaria que edita Edelvives.

 

¿qué te consideras más: narrador, escritor, editor?

Es como si me preguntaras qué me siento más: padre, amante o hijo. No veo que sea incompatible ser las tres cosas y sentirse las tres cosas. Es verdad que desde bien pequeño tenía claro que quería escribir, y esta vocación por la escritura me llevó al placer de la lectura y al gusto por las historias. Así pues primero fui escritor.

Luego vino la narración oral. Ya en casa había tenido un maestro que no sabía que lo era, mi padre, un estupendo charlatán, un narrador espontáneo. Pero fue Guadalajara y su tierra abonada de palabras dichas la que me empujó a contar e hizo de ello mi oficio. Guadalajara con Blanca Calvo , Estrella Ortiz , el Seminario de Literatura y la Biblioteca Pública del Estado a la cabeza, claro. Así pues luego vino la oralidad. Y fue para quedarse, sin duda, porque si en verdad me siento algo es cuentista. Soy cuentista y vivo de contar cuentos. No puedo imaginar un oficio que me haga más feliz.

Y finalmente fue la edición. Pero crear una editorial y ser editor ha sido más bien una necesidad: Palabras del Candil nace cuando descubres que no hay ninguna editorial interesada en publicar libros de y para narradores orales, de y para los amantes de los cuentos y de contar cuentos. Disfruto mucho editando, y aprendo mucho. Pero creo que, en puridad, no me siento editor, sino un cuentista que edita libros que le gustaría leer.

 

¿Cómo te sitúas tú dentro del colectivo de neonarradores de España?

Yo diría que pertenezco a una segunda generación, la de los que empezamos a contar y a cobrar por ello a principios de los noventa. Antes que nosotros hubo precursores como Vicent Cortés, Estrella Ortiz , etc. No eran muchos, pero fueron capaces de ir abriendo espacios en los que la narración oral como oficio pudo desarrollarse. Luego vinimos nosotros (pienso en Félix y Pablo Albo , en Paula Carballeira , Cristina Verbena , etc.) y no solo encontramos lugares para contar, sino que también tuvimos modelos en los que apoyarnos para comenzar nuestra andadura en este oficio que, por aquel entonces, era casi secreto.

 

¿Qué tendencias, a tu parecer, se dibujan en la neonarración española actual?

Yo diría que no hay escuelas definidas. Pienso que entre los profesionales se da una continua búsqueda de la propia voz: los hay que cuentan con objetos, los hay que buscan su estilo en la oralidad más o menos gestual, los hay que se apoyan en libros ilustrados… creo que no es esto lo que más importa. Lo que realmente da valor a lo que hacemos es la honradez: nuestra palabra se llena de sentido cuando es verdad. Y para que sea verdad nosotros tenemos que ser honrados: no puedes engañar contando cuentos, porque se nota. Contar es contarse. Y si lo que haces es mentira (porque no quieres contarte) las palabras son papel en blanco, son hojas muertas, son aliento huero. Así pues partiendo de la simple premisa que contar es contar, creo que lo importante no es tanto cómo cuentes sino que hayas llegado a esa forma de contar desde la propia búsqueda, desde la reflexión, y sobre todo, desde la verdad.

 

¿Cuáles son las relaciones (o las fronteras) entre la narración oral y la escritura?

Oralidad y escritura son dos territorios diferentes. A veces hay puentes entre ambos, a veces comparten paisajes, pero son territorios distintos: utilizan recursos diferentes, suceden en espacios distintos, su pervivencia en el tiempo es también diferente, la relación escritor-lector y narrador-público es muy distinta. Desde luego el Pep escritor es distinto al Pep cuentista, y aunque a veces haya textos que se manejan bien en los dos espacios (escrito-oral), yo los percibo de muy distinta manera dependiendo desde la orilla en la que me encuentre.

 

¿Cuáles son las relaciones  (o las fronteras) entre el teatro y la narración oral?

Teatro y narración oral pertenecen al ámbito del espectáculo, y dentro de ese ámbito comparten recursos (escenarios, disposición del público, iluminación, etc.), pero luego cada uno tiene sus propias herramientas para desarrollarse. No es lo mismo ser Hamlet que contar Hamlet. Creo que la confusión entre narración oral y teatro es absurda, las líneas que las diferencian son bien claras. Una cosa es contar y otra es actuar, lo veo tan claro desde hace años que no entiendo a los que continúan con este debate. Conozco a buenos actores que también son buenos narradores, no sé qué problema hay si se conocen los diferentes rudimentos de cada oficio. Para mí un claro ejemplo es Paula Carballeira , excelente actriz y cuentista excelente.

 

¿Cómo se deviene en narrador oral?

Es un asunto complejo. Creo que no eres tú quién elige el oficio, es más bien al revés: los cuentos te eligen. Pienso que como todo oficio artístico además de conocer unas herramientas debes tener unas aptitudes. Conozco a gente con mucho interés por contar, que asiste a muchos cursos y se esfuerza mucho pero no cuenta con las aptitudes imprescindibles para manejarse en el territorio de la oralidad, al menos no profesionalmente. Todo el mundo puede (y debe ) contar cuentos, pero no todo el mundo puede vivir de ello.

Además como no hay un itinerario más o menos consensuado para la formación pues sucede que los caminos por los que se llega a la narración oral son muy variados. En mi caso, como dije anteriormente, gran culpa de ello la tuvo Guadalajara y toda la gente apasionada por los cuentos que allí vive.

 

¿Qué constituye tu repertorio a la hora de contar: cuento popular, cuentos de autor?

En esto también voy trazando mi camino. Comencé contando mis propios cuentos, pero con el paso de los años son cada vez menos los cuentos que yo escribo para contar y más otros textos de los que me nutro. En la actualidad, y creo que en gran parte por culpa de la editorial, estoy ampliando mi repertorio con un montón de cuentos tradicionales. Y dentro de los cuentos para niños también utilizo muchos cuentos de autor: no suelo contar cuentos que los niños no puedan encontrar publicados, por si quieren acercarse después al libro. Sí, estas son las tres vías que uso para mi repertorio: los textos que creo (tanto de forma oral como escrita), los textos tradicionales y los cuentos de otros autores.

 

¿Siempre cuentas cuentos o utilizas otros elementos narrativos?

Siempre solo cuento cuentos, no sé hacer otra cosa, aunque en algunos casos sean cuentos cantados o en verso o retahílas…Solo cuento cuentos, mi herramienta fundamental es la voz, como mucho puedo apoyarme en la ilustración,  pero lo único verdaderamente importante para mi trabajo, lo único que verdaderamente me ocupa y preocupa, es la palabra dicha.