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Esta ficha contiene la conferencia que preparé para el Curso de verano de la UNED: "Universos narrativos y palabra dicha" en junio de 2021. Si quieres más información sobre el Curso de verano, aquí. Si quieres más información sobre esa edición, aquí.

 

 

QUÉ CUENTAN LOS NARRADORES Y NARRADORAS CONTEMPORÁNEOS

Pep Bruno

Curso de verano de la UNED – 30 de junio 2021

 

El 12 de mayo elaboré un cuestionario para recabar información sobre algunas cuestiones alrededor del repertorio de narradores y narradoras contemporáneos. Las respuestas a este cuestionario son el armazón de la presente conferencia. Pero antes de comenzar aquí van algunas cuestiones previas y algo escurridizas sobre la elaboración y difusión de dicho cuestionario.

 

Del repertorio

Parafraseando al diccionario de la RAE el repertorio sería el conjunto de cuentos y otros textos orales que el narrador, la narradora, tiene preparado para contar. Hablo de otros textos orales porque, como veremos, los cuentistas beben de muchas fuentes para elaborar su repertorio.

En cualquier caso, y sin querer ahora meterme en este jardín (que quedaría pendiente para otro artículo), mi propuesta es que los materiales narrativos provienen de muy diversos lugares, pero que todos ellos, al pasar por la boca, acaban convertidos en cuentos. Da igual cuál sea el origen, el resultado es siempre cuento. (Por eso, en mi opinión, es fundamental conocer cómo funcionan los cuentos de tradición oral.)

 

El cuestionario

El cuestionario (podéis verlo aquí), además de unas primeras preguntas sobre el perfil de quien responde, está organizado en tres bloques de información: 

  1. sobre las fuentes de los materiales narrativos
  2. sobre los tipos de repertorio
  3. sobre el repertorio, su organización, públicos, etc.

El total de preguntas era de 24. Pero esto, como lo vamos a ver más adelante con más detalle, me limito, ahora, solamente a enunciarlo.

 

Los narradores y narradoras contemporáneos

Este cuestionario está dirigido al colectivo de narradoras y narradores contemporáneos, quienes hemos recibido, por parte de los estudiosos, distintos nombres, como: neonarradores, narradores urbanos y narradores contemporáneos. Este concepto, el de narrrador/a contemporáneo/a, no está claramente definido, o al menos yo no he dado con una definición clara, precisa, aceptada por los estudiosos. Pero sí, estas diferentes maneras de denominar al colectivo, reflejan aspectos comunes a estos y estas cuentistas:

  • El colectivo está muy vinculado a las ciudades: tanto los espacios de formación (escuelas, talleres, cursos…) como de trabajo (bibliotecas, escuelas, teatros…) se encuentran, en su mayoría, en grandes núcleos urbanos. De ahí la denominación de narradores urbanos.
  • Los narradores y narradoras contemporáneos no suelen provenir de una tradición (familiar o comunitaria) de contar cuentos, aunque, como veremos, sí hay una vinculación (podríamos decir, en un segundo momento) con la tradición oral, especialmente en lo que atañe a los materiales narrativos. De ahí la denominación de neonarradores.
  • Este colectivo nace a partir de la demanda de narración oral como estrategia para la animación a la lectura (la hora del cuento) a principios del siglo XX y ha ido consolidándose y creciendo con el paso de los años. En España, de hecho, hay un momento clave que es la llegada de la democracia y, con ella, la renovación de escuelas y bibliotecas (años ochenta) como punto de partida. El colectivo aparece para cubrir una demanda (nueva, de estos tiempos). De ahí la denominación de narradores contemporáneos.

Hay, además, otro elemento compartido por el colectivo de narradores y narradoras contemporáneos: 

  • En su mayoría cobran por contar cuentos (y por todo el proceso previo implíctio de búsqueda, preparación, etc.). De hecho muchas y muchos de estos neonarradores son profesionales, es decir, cotizan, pagan impuestos y viven, fundamentalmente, de contar cuentos. Es decir, son profesionales de la narración oral y a eso dedican mucho tiempo (de trabajo, de reflexión, de búsqueda, de formación…). Joxemari Carrere en el Diccionario de narración oral de AEDA, afirmaba hace unos años: “Más que la definición en sí misma, lo verdaderamente importante es que quien narre, con más o menos dedicación, reflexione sobre su trabajo, investigue, proponga, no caiga en lo fácil, asuma riesgos. Como toda propuesta creativa, la del narrador oral deberá buscar caminos expresivos que aporten nuevos planteamientos que enriquezcan tanto su propia experiencia como la narración oral contemporánea, sin caer en tópicos, obviedades o simples aberraciones intelectuales. Es necesario trabajar desde unos postulados que busquen la dignidad del oficio, tanto enfocándolo desde un punto de vista individual, como teniendo en cuenta su dimensión pública, ya que lo que el narrador oral muestre públicamente con su trabajo vendrá a construir la imagen que se tenga socialmente de esta actividad artística. En definitiva, al narrador y a la narradora orales lo que les define, tanto individual como socialmente, no es tanto una definición académica sino su trabajo, algo obvio pero necesario de recordar.” (Referencia aquí.)

 

El proceso de encuesta

Si definir el concepto narrador oral contemporáneo resulta complicado, saber cuántos y cuántas hay es, hoy en día, una tarea pendiente. Tal vez resultaría posible saber cuántos de estos narradores y narradoras contemporáneos son profesionales (y, por lo tanto, trabajan y facturan por contar cuentos), pero tampoco esto es sencillo. Así que tras pensar sobre posibles opciones decidí solicitar ayuda a las asociaciones de narradores y narradoras que hay en España (una profesional y de ámbito nacional y seis no específicamente profesionales y de ámbito terriotiral) y envié un email a cuentistas de dichas asociaciones para que lo enviaran a sus listas de correo y llegaran al mayor número de narradores orales contemporáneos. También reenvié el email (un par de semanas más tarde, como recordatorio) a la lista de cuentistas en la que hay compañeras y compañeros de distintas asociaciones o de ninguna. 

No sé cuánta gente recibió el email ni qué porcentaje del total de narradores y narradoras contemporáneos. Pero es que ni siquiera sabemos cuantas personas forman parte del colectivo de neonarración en nuestro país. Me puedo arriesgar a dar unas cifras sin ningún respaldo detrás, pura especulación a partir de la experiencia y la observación, atendiendo a la cantidad de festivales y programaciones estables, al moviento en redes sociales, al interés por cursos y formación... Posiblemente en España haya en la actualidad unos 500 narradores y narradoras contemporáneos, de los que, entre 200 y 250, sean profesionales. Recordemos que en 2011 hablabamos de unos 100 profesionales de la narración oral en nuestro país.

Tras lanzar esta botella a los distintos mares y redes de las asociaciones, un total de 93 personas han dedicado parte de su tiempo para responder las 24 preguntas de la encuesta. Muchas gracias.  

Visto todo esto es necesario decir que la encuesta no es científica y, por lo tanto, los datos obtenidos no son una demostración precisa y exacta de la situación del colectivo; aun así me atrevería a decir que sí parece una aproximación bastante acertada del mismo.

 

LOS DATOS

El primer bloque. Información general.

Se suele afirmar que nuestro colectivo está formado, mayoritariamente, por mujeres. El resultado de las respuestas a la primera pregunta parece bastante elocuente en este sentido: dos tercios de las respuestas son de mujeres, un tercio de hombres.

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La mayoría de las respuestas fueron dadas por personas entre 41 y 60 años, es decir, personas que suelen tener ya una trayectoria en el ámbito de trabajo algo más consolidada. Es llamativo que ninguna persona entre 18-30 años haya respondido a la encuesta y eso me genera algunas preguntas: ¿es un oficio todavía muy joven y no se presenta como una opción para jóvenes que se inician en el ámbito laboral?, ¿se llega a él por caminos indirectos, después de haber transitado otras vías laborales (animación sociocultural, docencia, ámbito social, filología, estudios teatrales...)?, ¿los y las cuentistas jóvenes se comunican por otras vías distintas (otras redes sociales)?, ¿esto último supondría que no hay una comunicación entre cuentistas jóvenes y mayores de 30?

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En las respuestas a esta última pregunta del primer bloque podemos ver que hay representantes de los distintos tramos planteados de tiempo dedicado a contar. Si cruzamos con los datos de la pregunta anterior se podría pensar que entre los 18-30 se va simultaneando contar cuentos con otras actividades (laborales o no) y no es hasta la edad de 30 años (en adelante) que se inicia la actividad de narración con más dedicación y empeño. Es una posibilidad, claro, pero supongo que habría que analizar caso por caso para contar con datos más fiables.

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Segundo bloque. El repertorio I

En este segundo bloque nos adentramos en los materiales narrativos que componen el repertorio de narradores y narradoras. 

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Como podéis ver en el cuestionario traté de ser lo más exhaustivo posible (sin resultar agotador) pero, aun así, hay nueve personas que me indican que cuentan, entre sus fuentes, con otros materiales, que son: 

  • Dos: cómic y novela gráfica
  • Uno: microcuentos.
  • Uno: fábulas
  • Uno: libro álbum
  • Uno: poesía de creación propia
  • Uno: canciones inventadas
  • Uno: Filosofía. "Utilizo conceptos filosóficos, a veces contados como historias"
  • Uno: Efemérides y santoral (vidas de santos)

Me parece muy interesante que se incida en algunos formatos como el cómic o el libro álbum que, por su particular manera de contar pueden precisar distintas propuestas narrativas. Yo había considerado el libro álbum como cuento de autor, pero tal vez merecería haber sido diferenciado para la encuesta. Exactamente igual ocurre con casi todas las respuestas incluidas: microficción (cuento de autor o de tradición), fábulas (tipo de cuento de tradición), poesía de creación propia (poesía de autor) y efemérides (hechos históricos), santoral (textos religiosos). De alguna manera estos textos estaban incluidos en el cuestionario pero tal vez su particular propuesta narrativa precisarían un cuestionario más exhaustivo.

Hay, además, dos aportes que no estaban incluidos: las canciones inventadas ex profeso y los conceptos filosóficos. [Añado además "los sueños", que se citaron durante el Curso de verano.]

Algunas consideraciones tras echar un vistazo a las respuestas dadas al cuestionario:

  1. En primer lugar la gran variedad de materiales narrativos de los que se nutren los narradores y narradoras contemporáneas. En mi opinión esto es una excelente noticia, pues cuanta más variedad, más rico resulta el Repertorio Global, lo que resulta beneficioso para el colectivo.
  2. En segundo lugar merece la pena señalar que el cuento de tradición oral está presente en un 92,5% de los repertorios de cuentistas contemporáneos. Ha habido un importante giro en este asunto, véase, por ejemplo, este epígrafe de las conclusiones del estudio sobre la profesionalización del cuento contado que publiqué en esta misma web en 2011, donde me lamentaba del poco cuento de tradición que estaba presente en los repertorios de los narradores urbanos. Este cambio ya resultaba muy evidente a finales de 2020, tal como escribí en estas conclusiones al mismo estudio diez años después y en las que, además de constatarlo, sugería algunos motivos posibles que habrían ayudado a que se diera esta situación (es el primer epígrafe del artículo).
  3. Más del 50% de los encuestados han incluido los siguientes materiales en su repertorio (por orden de mayor a menor): cuentos tradicionales (92,5%), cuentos literarios (83,9%), cuentos propios (66,7%) y folclore infantil (63,4%). El cuento sigue siendo el gran referente entre los materiales narrativos, seguido muy de cerca por la mitología (49,5%), las leyendas históricas (46,2%), sucedidos, dichos, chascarrillos (45,2%), canciones tradicionales, (43%) y poesías de autor (43%). Nótese que de los 9 ítems más marcados por los encuestados 5 provienen de la tradición oral.

 

Tercer bloque. El repertorio II

En este tercer bloque he tratado de recabar datos sobre la cantidad y pervivencia del repertorio. Para ello he dividido el repertorio en tres tipos: repertorio vivo (lo que se puede contar aquí y ahora), repertorio latente (lo que se puede contar después de repasar/refrescar) y repertorio olvidado (lo que se contaba pero se ha olvidado y habría que volver a preparar para contar).

El bloque supuso además un trabajo nada desdeñable para quienes se animaron a cumplimentar la encuesta porque diferencié, por una parte, el número de cuentos y, por otra, la posible duración de la narración de todos ellos. Con esto pretendía tratar de recoger información más precisa, pues podría ser que una persona tuviera sólo 10 cuentos en repertorio pero cada uno de ellos durara una hora, y otra persona tuviera 100 cuentos en repertorio de 5 minutos cada uno.

En cualquier caso la información obtenida es la siguiente.

 

Del repertorio vivo

Sobre la cantidad de cuentos que podrían contar en la actualidad.

3 1 vivo

Quienes contestaron "más de 80 cuentos" podían comentar cuántos, aproximadamente. De las 6 respuestas incluidas cuatro señalan entre 90 y 100, uno entre 150 y 200 y otro 380 cuentos en total (180 jóvenes y adultos y 200 infantil).

Estos cuentos, en tiempo, ocuparían estas horas.

3 3 vivo

Quienes contestaron "más de 25 horas" podían indicar, aproximadamente, cuántas. De las 8 respuestas incluidas: dos dicen que no lo saben; tres, entre 30 y 35 horas; uno, 50 horas; y dos, entre 95 y 100 horas. Una de las dice que lo máximo que ha contado seguido es 2,5 horas (no era exactamente esa la pregunta, pero, en cualquier caso, aquí queda consignada la respuesta).

De las respuestas recibidas se puede deducir que: 

  1. Casi el 80% de los narradores y narradoras cuentan con más de 6 horas de repertorio vivo. Y el 50% podrían estar más de 11 horas contando cuentos de manera ininterrumpida. 
  2. Más del 65% de los narradores y narradoras cuentan con más de 31 cuentos en su repertorio vivo. 

Estos dos datos son interesantes si los comparamos con una narradora tradicional referente en nuestro país, Azcaria Prieto de Castro, informante de Aurelio Espinosa (hijo) quien, entre el 18 y el 22 de mayo de 1936 le escuchó contar unos 40 cuentos (24 de los cuales se encuentran en su impresionante recopilación). Azcaria, además de la calidad de su narración, su estilo propio y rico, descolla por la cantidad de cuentos y el tiempo de su narración (alguno de estos cuentos duró dos horas). José Manuel de Prada Samper escribió El pájaro que cuenta el bien y el mal. La vida y los cuentos tradicionales de Azcaria Prieto, publicado en Lengua de Trapo (también podéis ver información sobre Azcaria en este artículo del propio José Manuel).

El colectivo de narradores y narradoras contemporáneas, en su mayoría, cuenta con un repertorio, al menos similar, al de algunos de los narradores y narradoras más relevantes de los que hayamos tenido noticia en nuestro país. Bien es cierto que hay casos verdaderamente asombrosos, como Peig Sayers, una narradora popular con más de 350 textos de tradición oral en su repertorio.

 

Del repertorio latente

Sobre la cantidad de cuentos que podrían contar tras un breve repaso.

3 5 latente

Quienes contestaron "más de 80" señalaron: 6, entre 90 y 100 cuentos; 4, entre 120 y 150 cuentos. 

Que, en tiempo, supondría el siguiente.

3 7 latente

Quienes contestaron "más de 25 horas" señalaron: 2, entre 30 y 35; 3, entre 45 y 60; 1, no sabe; y 1, varios días.

De las respuestas dadas se deduce que hay bastante repertorio latente que no queda olvidado. Tengamos en cuenta que los narradores y narradoras contemporáneas se ven obligados a la continua renovación de repertorios para poder seguir trabajando en los mismos espacios y los mismos públicos. Por lo tanto este dato es, en alguna medida, un indicador de profesionalización del colectivo.

 

Del repertorio olvidado

Sobre la cantidad de cuentos que estaban en repertorio y han sido olvidados.

3 9 olvidado

Quienes respondieron "más de 80" señalaron: 2, entre 120 y 15; y uno 95 (80 público adulto y 15 infantil/familiar).

Que, en tiempo, supondría el siguiente número de horas.

3 11 olvidado

Quienes marcaron la opción de "más de 25" señalaron: 1, 30 horas; 1, 100 horas y 1 ni idea.

De los datos obtenidos, y sobre todo en contraste con los datos anteriores, se puede deducir la renuencia del colectivo a olvidar el repertorio una vez escogido y preparado (merece la pena señalar que gran parte del tiempo de trabajo de un narrador profesional se centra en la búsqueda y preparación de textos para contar, véase, por ejemplo, esta ficha en la web). Más de un 75% de las personas que contestaron el cuestionario cuentan con un máximo de 30 cuentos olvidados o 10 horas de narración perdidas.

 

Cuarto bloque. El repertorio III

En este último bloque buscaba información sobre la organización del repertorio.

Un primer momento sobre los porcentajes de cuentos tradicionales, de autor, propios y también sobre otros materiales narrativos (hechos históricos, biografías, etc.) en el repertorio. Estos han sido los resultados.

4 1 tradición

4 2 literario

4 3 biografía

4 4 propio

Salvo en el caso del cuento de tradición oral, en el que se observa una mayor presencia en el porcentaje del repertorio (más de la mitad habla de un 50% de materiales de la tradición oral en su repertorio, dato que ya se anticipaba en el segundo bloque del cuestionario), parece que hay un equilibrio notable entre los otros materiales (que aparecen en la mayoría de casos con una presencia de hasta un 25% en el repertorio).

Por otro lado es interesante observar las ausencias, es decir: la no inclusión de tradición oral en repertorio es anecdótica, igual que apenas un 5% no incluye texto literario. El cuento de tradición oral (sustrato y raíz del acto narrativo) y el cuento de autor (más vinculado a la animación a la lectura y a la narración oral contemporánea) tienen mucha presencia en los repertorios de cuentistas contemporáneos, mientras que los textos de creación propia y las historias de vida, hechos históricos, biografías... no están incluidos en un 22,8% y un 27% de los repertorios.

 

Sobre la organización del repertorio en función de los distintos públicos, estos son los datos consignados.

4 5 públicos

Vemos que la gran mayoría tiene repertorio diferenciado por públicos aunque puede compartir algún repertorio. Creo que la diferenciación de repertorio según públicos a los que vayamos a contar es un rasgo propio de la narración oral contemporánea, pues la narración tradicional, al menos durante cientos de años, no ha diferenciado públicos. Bien es verdad que a partir de la aparición de la literatura infantil (S. XVIII) pareciera como si los cuentos tradicionales (en particular) y los cuentos contados (en general) fuera algo propio de la infancia (más sobre este asunto en esta ficha en la web). Otro dato que tal vez refuerce esta idea es que ya desde los primeros manuales de narración para narradores y narradoras contemporáneos, además de las pautas y pistas sobre cómo contar, se incluían cuentos para ser contados (agrupados por edades).

 

Y la última pregunta del cuestionaro, la relativa a la organización del repertorio en espectáculos cerrados o sesiones abiertas, nos dio esta información.

4 6 organización

La existencia de espectáculos cerrados (un 82%) creo que es también un indicador sobre la profesionalización del colectivo. La narración oral tradicional suele suceder en lo que, denominaríamos, sesiones abiertas, en las que se pueden contar unos cuentos u otros (en función de su pervivencia, porque un cuento llama a otro, por una situación concreta...).

 

Este último bloque se cerraba con la opción de comentar alguna cuestión sobre repertorio. De las 17 respuestas recibidas espigo algunos comentarios que muestran la dificultad de investigar sobre todas estas cuestiones sin resultar exhaustivo: por lo complejo que es compilar toda esta información y articularla en números, por dejar de lado muchos detalles y matices (narradores en otras lenguas, ámbitos habituales de trabajo, etc.), etc.

Veamos algunos comentarios: 

  • "Siento que mis respuestas están plagadas de matices, por lo que no sé si las conclusiones que puedan sacarse se ajustarán a mi realidad."
  • "Mi repertorio ha ido volviéndose más tradiconal y basado en fuentes orales a medida que han ido pasando los años, dejando las fuentes literarias cada vez más en segundo plano. Noto un esfuerzo de compañeros y compañeras por rescatar y recrear cuentos poco contados que hablan de un mayor repertorio global."
  • "He contestado pensando sobre todo en mi repertorio en francés, pero el poco cuento vivo es debido, en parte, a los idiomas."
  • "En función de este cuestionario he tomado conciencia de que, sobre todo, el repertorio infantil/familiar, que es el que más uso, rara vez entra en categoría olvidado."
  • "Difícil sistematizar en cifras."
  • "contestar el cuestionario me ha hecho pensar en mi repertorio, algo que quizá no he tenido muy en cuenta hasta ahora."
  • "Ha sido muy interesante responder y posibilitar una reflexión sobre el repertorio olvidado y latente."

 

Hay cuestiones no contempladas en este estudio, cuestiones que tienen que ver con el repertorio pero que atañen a otros aspectos más complejos y bien podrían ser estudiadas en otra ocasión, aquí dejo un par: 

  • ¿Qué criterios utilizamos para elegir y preparar nuestro repertorio?, ¿pensamos en el público al que van dirigidos los cuentos? Y un paso más allá: ¿cómo afecta el gusto/criterio de programadores y contratadores a la hora de elegir y preparar nuestro repertorio? En este punto se podría hablar sobre "los cuentos para".
  • ¿Hay algún sesgo de género a la hora de trabajar y, por lo tanto, de elegir el repertorio?, pongo un ejemplo: ¿hay una relación entre cuentos para la infancia y narradoras y cuentos para público juvenil y adulto y narradores? 

En cualquier caso creo que este somero cuestionario puede resultar de utilidad para mostrar una fotografía actual sobre los materiales narrativos que narradoras y narradores contemporáneos incluyen en sus repertorios.

Espero que os haya resultado de interés y, una vez más, muchas gracias a las compañeras y compañeros que dedicaron parte de su tiempo para responder a estas preguntas.

 

Pep Bruno