En septiembre de 2018 la argentina Verónica Gudiña me entrevistó para la sección "Respuestas en 280 caracteres" de su web Poemas del alma. Podéis leer la entrevista en este enlace o directamente aquí debajo.

 

Al español Pep Bruno es tan apasionante leerlo como oírlo. Por eso sus libros y publicaciones en redes sociales captan la atención de miles de personas, mientras que sus presentaciones como narrador oral no dejan de sumar público con ganas de deleitarse con los relatos a los cuales él les pone voz e interpretación.

“Yo cuento y busco que la gente disfrute de buenas historias (contadas) y que, además de entretenerse, se lleven algo para seguir rumiando luego en casa”, me detalló vía Twitter antes de completar el cuestionario breve de Poemas del Alma.

Aquellos que estén durante este mes en España tengan en cuenta que el próximo 16 de septiembre, este autor se presentará en Torrelodones (Madrid) con el objetivo de cautivar a chicos, jóvenes y adultos con el espectáculo “De mi mochila traigo palabras”. El 21, en tanto, se dirigirá a los mayores de edad que se reúnan en Las Palmas de Gran Canaria motivados por el ciclo “Peccata Minuta. Los siete pecados capitales”. Y si no residen en el mencionado país, a estar atentos a las novedades que difunde a través de su sitio web, ya que Pep suele llevar sus historias por el mundo y participar en una gran cantidad de eventos. Recientemente, por ejemplo, visitó Colombia por compromisos laborales, pero años atrás estuvo desplegando su arte por Argentina, Chile, México, Perú y Bolivia, entre otras naciones a las que seguramente volverá en alguna ocasión.

Si desean apreciar sus habilidades para la escritura, en tanto, tengan en cuenta títulos como Los días pequeños, Cuentos mínimos, Escarabajo en compañía y La siesta de los Enormes.

 

¿Qué es lo más gratificante de dedicarte a la narración oral?

Hay varias cosas muy gratificantes en este oficio (disfrutar de buenas historias, viajar y conocer lugares y personas estupendas, los amigos que haces entre tus compañeros…) pero las mejores son, sin duda, trabajar con un público ávido de historias y volver a casa aplaudido.

 

Llevas años contando cuentos por el mundo y tratando de que cada vez más gente disfrute y valore la literatura. ¿Cuál ha sido el público que más te sorprendió? ¿Razones?

Hay lugares donde el público está acostumbrado a no mostrar ninguna interacción (para no molestar al artista) y eso resulta sorprendente para un narrador. Me ha ocurrido en dos ocasiones en España. Pero con los años aprendes que hay muchas maneras de entrar en las historias.

 

Al momento de crear un relato, ¿te planteas cómo quedará al ser leído en voz alta o es indistinta la modalidad de lectura?

Como escritor reviso los textos que escribo también leyéndolos en voz alta, sí, no porque quiera que se lean así, sino por la sencilla razón de que como narrador estoy acostumbrado a “escribir en el aire” con la voz.

 

¿Cuáles son las características que, de acuerdo a tu criterio, debe reunir un narrador para tener un buen desempeño frente a la audiencia?

En mi opinión son muy importantes: el trabajo previo de selección y preparación de historias; la honestidad: la propia voz y la mirada propia; el respeto: por historias, públicos y colegas (la ética del oficio); y la reflexión continua sobre lo que se está haciendo.

 

En base a tu experiencia, ¿una historia no tan atractiva puede volverse apasionante en boca de un intérprete talentoso? ¿Qué estrategias ayudan a lograr esa magia?

Cervantes en “El coloquio de los perros” hablaba de eso: de buenas historias y de buenos cuentistas. Puede ocurrir que un buen cuentista levante una mala historia, pero no sé si tiene sentido, es mejor que un buen cuentista dedique sus esfuerzos a hacer brillar buenas historias.