Recibí un correo en el que me recomendaban este libro. Justo lo tenía entre los libros pendientes y el mensaje me animó a ponerme con él. A mí Artxaga me gusta. Recuerdo que Obabakoak lo devoré, y quizás por eso tenía miedo al volver a leer de nuevo a este autor. No me ha decepcionado. Sus libros siempre me dan la sensación de que Atxaga está inventando un peculiar estilo literario, reinventando un género, o sencillamente haciendo la literatura específica de una lengua tan extraordinaria como la vasca. A mí este libro me ha gustado, por eso lo recomiendo.
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